Soneto XXVI, Garcilaso de la Vega
5:16
Echado está por tierra el fundamento
que mi vivir cansado sostenía.
¡Oh cuánto bien se acaba en solo un día!
¡Oh cuántas esperanzas lleva el viento!
¡Oh cuán ocioso está mi pensamiento
cuando se ocupa en bien de cosa mía!
A mi esperanza, así como a terreno estéril,
mil veces la castiga mi tormento.
Las más veces me entrego, otras resisto
con tal furor, con una fuerza nueva,
que un monte puesto encima rompería.
Aquéste es el deseo que me lleva,
a que desee tornar a ver un díaa quien fuera mejor nunca haber visto.
Tema:
El tema de este poema es el amor autodestructivo. El Yo está pasando por un absoluto tormento, y a pesar de que toda su esperanza se ha esfumado, sigue deseando ver al fruto de su desgracia, es decir, su amada.
Primera estrofa:
En la primera estrofa el poeta se lamenta y se queja, pues la razón que lo mantenía con vida y con ilusión se ha ido y ahora se encuentra desamparado.
Toda su alegría le parece que le ha durado demasiado poco y que a penas ha podido disfrutarla; y que sus sus sueños se los ha llevado el viento.
Segunda estrofa:
Su pensamiento está ido, el yo se encuentra incapacitado para ocuparse de su propia persona. Y eso se ve en la segunda estrofa, dónde compara su esperanza con un terreno estéril, imposible de que nunca crezca nada bueno otra vez. Su tormento no le da paz y le imposibilita cualquier mejora en su estado de ánimo.
Tercera estrofa:
El yo tiene un temperamento inestable, se puede encontrar a si mismo tanto entregado a su miseria como fuerte e incombatible contra todos sus obstáculos
A veces, Su fuerza no viene de ninguna parte, y de repente siente que puede con todo lo que se le ponga por delante. pero esto no le dura mucho pues su depresión vuelve a caer sobre el.
Cuarta estrofa:
En la cuarta y ultima estrofa podemos ver el giro final del soneto, donde entendemos cual es el tormento del yo. Apreciaos su masoquismo al desear ver a la culpable de su martirio. El yo está sufriendo por un amor imposible el cual con todo su ser, desea ver nuevamente, aunque ello le destruya.
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