Desgarradora novela sobre la Guerra Civil española.

Cuenta la historia de Sol, una joven de familia acomodada, que el paso de la guerra destruirá su mundo de fantasía y le abrirá las puertas a la realidad. 

Sin embargo, la historia no se centra en ella. Muchos personajes secundarios con el transcurso del libro alzarán su voz, y los podremos conocer y comprender a todos, poco a poco. 

Su hermano, Eduardo, tendrá que salir de su habitación y lectura incesante y codearse con todo tipo de gente para no pasar hambre.

Cristián podrá ver el mundo tras los ojos de escarcha de Sol, y sentirse satisfecho gracias a ella, aun cuando lo haya perdido todo.

Sol tendrá que dejar de ser la chica solitaria y reservada que es, y conocer gente, buscar trabajo, y sobretodo, descubrir que el amor es lo único que puede traer paz en las más fuertes tormentas. 

Tendrá que saber encontrar las luciérnagas que guíen sus noches más oscuras.

«La lectura de Luciérnagas no nos aporta información sobre nuestra guerra civil ni emite argumentos a favor de una opción política determinada —tal vez no exista la literatura de género, pero esta novela, además de figurar entre las buenas, sólo pudo escribirla una mujer—, nos cuenta como mucho las vivencias de una muchachita retraída y extraña, silenciosa y apasionada, una hija de familia (imposible no ver en ella semejanzas con la autora), en la turbamulta desenfrenada y delirante de una guerra fratricida, donde aprenderá entre otras cosas el amor (Luciérnagas es una peculiar y hermosa historia de amor total, capaz de transportar a personas de origen social radicalmente distinto e irreconciliable a un mundo en que los dos pasan a ser uno).»

—Del prólogo de Esther Tusquets